Casa de Campo Araque.

La casa de campo tradicional colombiana se presenta como un refugio encantador y pintoresco en la cima de una montaña. En un día soleado de verano, su presencia destaca en el paisaje verde y exuberante. 

La construcción se asienta sobre una base sólida enchapada en losa, lo que le da una apariencia rústica y

Las paredes, pintadas de un blanco radiante, reflejando la luz del sol, creando un contraste vibrante con el cielo azul claro. Este color blanco también contribuye a mantener frescos los interiores.

El techo a dos aguas, construido con una estructura de madera robusta, está cubierto con teja colonial de color rojo terracota. Esta combinación no solo es visualmente atractiva sino que también es funcional, protegiendo la casa de las lluvias y permitiendo que el agua se deslice fácilmente.

Las amplias terrazas y balcones son quizás las características más destacadas de esta casa de campo. Envueltas en barandas de madera decorativas, las terrazas ofrecen vistas panorámicas impresionantes de los alrededores montañosos. Los balcones, adornados con macetas llenas de flores coloridas, brindan un lugar perfecto para disfrutar de la brisa suave y el sol radiante.

El entorno natural que rodea la casa está lleno de vegetación exuberante y árboles frondosos, que ofrecen sombra y un toque de frescura. El canto de las aves y el suave murmullo del viento en las hojas crean una atmósfera de paz y tranquilidad, haciendo de esta casa de campo un verdadero paraíso en medio de la naturaleza colombia.